Productores agrícolas de Chihuahua han protestado por la falta de agua para sus riegos desde hace un tiempo. La semana pasada, en una mesa de diálogo, llegaron a un acuerdo que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) no cumplió, pues aumentó la extracción de la presa La Boquilla para cumplir con el Tratado Internacional de Aguas entre México y Estados Unidos de 1944.

El resultado fue la toma por la fuerza de la presa por parte de los campesinos y obligaron a la Guardia Nacional que resguardaba la zona a desalojar el lugar, no sin antes tener un enfrentamiento con gas lacrimógeno.

Los campesinos aseguran que 52 de los 67 municipios del estado padecen sequía gracias a dicho tratado. Por ello tomaron la presa y esta madrugada se mantienen alerta ante la posible llegada de la Guardia Nacional.

Bajo el tratado de 1944, México le debe a Estados Unidos casi 426 millones de metros cúbicos de agua este año, que deben pagarse antes del 24 de octubre. 

Los pagos se realizan mediante la liberación de agua de las presas en el lado mexicano de la frontera. México se ha retrasado de manera significativa en sus pagos de años previos y ahora debe ponerse al corriente. Pero los productores agropecuarios del estado de Chihuahua, fronterizo con Estados Unidos, quieren conservar el agua para sus propios cultivos.

El tratado de aguas se ha convertido en un delicado tema político en el norte de México, donde se acumulan las protestas violentas.

López Obrador ha defendido el pagar la deuda, destacando que, de acuerdo con el tratado, México recibe cuatro veces más agua del Río Colorado de la que contribuye al área del Río Bravo. Asegura que la nación cuenta con suficiente agua en sus presas para abastecer a los agricultores locales y cubrir su deuda, que se ha acumulado con el paso de los años.

La expansión de cultivos de riego ha significado que el país ha utilizado el 71% del Río Conchos —que fluye hacia el norte— cuando el tratado indica que únicamente debería usar el 62% del agua, dejando que el resto fluya hacia el Río Bravo.

En ocasiones anteriores México ha retrasado sus pagos, con la esperanza de que las tormentas tropicales que periódicamente ingresan al Golfo de México creen un excedente de agua. 

Con información de AP.