Para evitar el juicio político impulsado por Morena, 8 diputadas y diputados del PAN, PRS, PES, Humanista y sin partidos políticos utilizaron grupos de choques para bloquear violentamente el Congreso del Estado de Baja California Sur.

Desde temprano la diputada Elizabeth Rocha, notablemente alterada, colocó a las personas en las puertas principales, ante esto, el bloque mayoritario decidió ir a la sala de sesión contigua, pero hasta allí llegó el grupo de personas.

Algunas del grupo venían con Gustavo López, esposo de la diputada del partido cristiano PES, Perla Flores, quien al igual como sucedió durante la aprobación del matrimonio igualitario, utilizaron a personas de iglesias para evitar el trabajo legislativo. También el otro miembro del partido cristiano, Rigoberto Murillo, llevó gente.

De hecho, en las transmisiones se observa que se les entregan galletas y jugos como pago por ir armar el zafarrancho.

Incluso, el presidente de la Junta de Gobierno, Humberto Arce visiblemente preocupado reveló que algunos integrantes eran parte de la Policía Estatal Preventiva (PEP). Cuando el legislador declaraba esto, los supuestos manifestantes rompieron un vidrio de la sala de sesiones.

“Traen gene en actitud agresiva, nos manifiestan que armados, impidiendo el desarrollo de la sesión”, explicó.

En determinado momento, una mujer que venía de Guerrero Negro confrontó a los presentes exigiendo que pararan de pelear entre legisladores. Acusó al gobernador Carlos Mendoza Davis y al procurador de estar más ocupados en desestabilizar el congreso estatal que resolver el abuso de poder de autoridades estatales en el norte de la entidad.

Además, el PAN llevó líderes de colonia de la ciudad paceña y montaron un espectáculo deplorable para confundir a la opinión pública, con tal de que los cercanos al mandatario estatal fueran enjuiciados por una serie de irregularidades.