Tulio Ortiz Uribe/Revista La Tijereta

Cuando Yeidckol Polevnsky, presidenta nacional de Morena vino a La Paz a la toma de protesta de Rubén Muñoz Álvarez como presidente municipal, tuvo un lapsus en su discurso que pocos notaron, pero que vendría a confirmar que la candidatura de éste fue una imposición y que en año y medio de una errática, ocurrente y sospechosa administración ha puesto en mal el nombre del partido que se atrevió a cobijarlo.

Dijo Polvensky ese 27 de septiembre: “Cuando conocí a Rubén me dije: este va a ser el candidato para presidente de La Paz. Y no me equivoqué. Tengo tremenda confianza de que va a ser un excelente gobierno, de que eligieron al mejor”.

Esto es, la señora conoció a Rubén antes de que se realizara la “encuesta” que decidiría las candidaturas de Morena en el estado en ese año de elecciones. Así que Polevnsky no tuvo una premonición; el candidato ya estaba decidido antes del 13 de abril cuando se dio a conocer la lista de candidatos a presidentes municipales y diputados locales.

A fin de cuentas, el 37.8% de votos con que ganó Muñoz sólo demostró que ni era tan conocido, ni que el electorado tuviera una opinión muy favorable de su persona.
Pero ahora ya no se sabe si la madrina resultó peor que el ahijado, o si sólo se trata de un caso de identidad por afinidad.

Resulta que antes de dejar la presidencia de Morena en enero de este año, Yeidckol Polvensky (cuyo verdadero nombre es Citlali Ibáñez Camacho) ordenó al tesorero por escrito que se transfirieran recursos del partido por 395 millones en favor de dos empresas inmobiliarias de Querétaro, con el objeto de construir o remodelar edificios inexistentes o que no se identificaron en los contratos; es decir que se pactó el desembolso por adelantado de grandes cantidades, a cambio de un servicio no especificado, que no había sido prestado y no tiene fecha de inicio. La señora está metida en un gran problema, pues la dirigencia del partido ya la demandó por la vía penal.

¿Y Rubén Muñoz?
Actualmente está en curso una investigación para conocer el destino de algunas de las mil 300 propiedades con que contaba el municipio a finales del 2018, pues se sospecha que no pocas, sobre todo las que tienen playa, han cambiado de mano de manera subrepticia.

El propio presidente municipal declaró el 10 de junio del año pasado que 850 de esos terrenos, el 65.4% , se encuentran en el limbo legal; es decir que el municipio no cuenta con escrituras. Esto ha facilitado el manoseo en las propiedades patrimonio de los ciudadanos paceños.

Se sabe que un Notario Público que se enriqueció a la sombra del gobernador Narciso Agúndez, está trabajando cercanamente con Muñoz Álvarez para “regularizar” los bienes inmuebles.

“Quiero escriturarlos y después subirlos a la página del ayuntamiento para que todos los ciudadanos sepan, dónde están, cuántos metros tienen y cuál es el uso y destino”, ¿Una mentira más de Muñoz Alvarez?


El regidor José María Avilés planteó alguna vez en el Cabildo la necesidad de crear una Dirección del Patrimonio Inmobiliario Municipal, como la tienen muchos municipios en el país, para tener un control de los bienes, pero su propuesta cayó en oídos sordos.

Texto retomado de https://www.facebook.com/latijeretabcs/posts/3116440985071957